Musas

cronicas de radhuk, musas, blog literario

Gran actividad política la de estos días. Y lo que nos queda. Si estas crónicas fueran un poquito más periodísticas y menos literarias me vería a mí misma redactando artículos de opinión sobre la situación actual. Estamos perdiendo el norte… o lo hemos perdido. Y buscamos soluciones a ciegas, a tientas, confiando en las mentiras que más nos suenan a verdad. Apostando. Nos la estamos jugando. Nos la jugamos. Pero quizás por suerte nada de todo esto trataré aquí. Este blog es un rincón para hacer un pequeño paréntesis y desconectar, una ventanita al mundo para soñar e imaginar. Soñar con musas, como las que protagonizan el siguiente texto, esas que a menudo adoptan los nombres que nos impulsan a rasgar el papel a base de tinta. Siempre me quejo de las mías y de mi propia inspiración cuando intento redactar algo a contrarreloj, así que se merecían un pequeño homenaje… aunque no salgan de él demasiado bien paradas.

Y vuestras musas, ¿dónde están?

¡Feliz fin de semana, chicos!

¡Besos!

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PD: Sí, la de la fotografía soy yo 😛

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Inalcanzable

Inalcanzable

¡Bienvenidos a Radhuk! 🙂

No, no estaba desaparecida. Sé que prácticamente han pasado eones desde la última vez que publiqué una entrada en el blog, aunque supongo que de nuevo debo echarle la culpa a la inspiración. Llevo dos semanas intentando escribir el relato que tenéis a continuación, pero ha sido una tarea realmente complicada. Y a pesar de tenerlo ya aquí, publicado, de estar delante de él, no acabo de alinearme con sus letras. Me resultan, nunca  mejor dicho, inalcanzables. Quizás porque son líneas salidas de la Esther de hace algunos años, la que escribía sobre el amor desgarrado, trágico y herido, no correspondido, que asolaba una adolescencia que queda ya bastante lejos.

Es extraño volver a aquellos días, pero ya sabéis que el corazón es rebelde y actúa sin dar explicaciones. Imagino que en ese mes de mayo que aún no había pasado a mejor vida le apetecía refugiarse en lo que un día fue. En lo que dejó de ser.

¡En fin, no me enrollo más!

Espero volver muy pronto con nuevos relatos. Hasta entonces disfrutad de la semana 😀

¡Besos!

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Descolorido

¡Buenos días! Hace un par de semanas descubrí (o más bien me enseñaron) una canción que se ha convertido en una droga para mí. La escucho racionando los momentos en los que pulso el play para no cansarme de ella y poder vivirla durante mucho más tiempo sin acabar odiándola. Faded, de Alan Walker e Iselin Solheim, la voz que habla de una búsqueda sin fin descubriendo Atlantis, ha ido directa a la lista de mis canciones favoritas y ha inspirado el relato «descolorido» que tenéis a continuación. Habla, al contrario de lo que trata el tema de Walker, de encontrarse a uno mismo en la soledad y de no aferrarse a un pasado insustancial, diluido en los años que atrás quedaron.

¡Feliz lectura!

¡Nos leemos pronto por Radhuk!

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Trazos

Trazos, Crónicas de Radhuk

Llega el fin de semana y en Radhuk la inspiración también está de paso. Entrada exprés antes de desconectar el resto del día. Acertáis los que suponéis que el siguiente texto trata de lo que viene tratando prácticamente cada entrada desde que el blog vio la luz. Algún día sorprenderé con un relato totalmente contrario a lo que os tengo acostumbrados a los que me leéis (¡GRACIAS!), aunque seguramente la primera sorprendida sea yo misma.

¡En fin! No me extiendo más. Espero que os gusten estos Trazos, pero sobre todo espero seguir viéndoos por Radhuk.

¡Besos y feliz fin de semana!

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Escondiéndote en el interletrado

Hace 24 horas me gradué… otra vez. Es increíble lo deprisa que pasa el tiempo y lo rápido que vuelven a mis oídos los discursos de motivación, esos que te provocan unas ganas insaciables de comerte el mundo. Son etapas de la vida que abres y cierras, que empiezas temblando como un flan y con la duda del error siempre presente; pero que terminas pensando que el viaje mereció la pena. Y este así lo ha sido. El camino, por supuesto, no lo he realizado sola. Debo dar las gracias a quienes siempre me han dado la mano para apoyarme, los mismos que tuvieron el coraje de soltarme para hacerme entender que los obstáculos existen.

El futuro en todos los sentidos es un interrogante (¿Y ahora, qué?). La vida seguirá dando una y mil vueltas aunque, tal y como me dijeron ayer durante el acto de clausura del curso, debemos «abrir bien los ojos y no perdernos ninguna de esas vueltas».

Por mi parte he de decir que este año lleno de experiencias lo dejaré oculto en algún rincón de mi memoria, en algún recoveco del corazón… o en el interletrado de algún texto como este. Porque de eso va el relato de hoy.

¡Feliz sábado!

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